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Tras los escabrosos casos de corrupción evidenciada en algunas instituciones públicas del país, el periodismo ha jugado un importante papel en la divulgación de hechos. Sin embargo, la sociedad cuestiona, en varias oportunidades, que la información brindada en los medios tiene cierto nivel de sesgo que, fácilmente, se podría inferir por alguna inclinación por un partido político, por ejemplo.
Para ello, el lector interpreta el silencio de algunos medios de comunicación debido a que no encuentra la investigación periodística referida a un personaje público; otros, cuestiona la manipulación del texto notándose parcialidad hacia una autoridad.
Pero dicha manipulación, entiéndase por tratamiento de la noticia, conlleva a los criterios periodísticos de la persona al momento de cubrir un hecho. En todos los casos, influye el nivel de lectura, conocimiento, estudios superiores, recojo de información y, sobre todo, experiencia profesional, dada que en el lead priorizará su punto de vista.
Por ejemplo, en unas cortas declaraciones de un parlamentario en el hall de los Pasos Perdidos del Congreso de la República, varios reporteros le formulan una serie de preguntas y cada uno levantará la noticia por lo más fuerte y tendencioso; otros, porque aporta datos sobre un tema en específico. Pero, será un solo reportero que le capte una expresión fuerte contra el oficialismo y, con eso, levante la noticia.
Por tales motivos, no existe la objetividad en el periodismo. En esta noble profesión, se informa con la veracidad de hechos porque el mismo se encontrará en todos los diarios pese al estilo que prime. Según Fernando Castillo, editor del diario Correo Tumbes, manifiesta que los estudios universitarios son importantes para ejercer el periodismo porque eso denota orden, veracidad y la manera de redactar la noticia.
“Se evidencia mucho los estilos de redacción entre un egresado de Comunicaciones con una persona empírica. Pero, hay excepciones donde, por lo menos, se preocupan en enfocar la noticia con un estilo propio”, señaló Fernando Castillo.
Agregó que se debe detectar el ángulo noticioso en el texto. Por eso, en algunos diarios de la competencia, se muestra mucho contenido de opinión y solo en un párrafo brindan la “pepa”, tal cual lo llamamos los periodistas.
Hace unos días, la “bomba” estuvo en el Gobierno Regional de Tumbes (GRT), donde la entidad exige, mediante memorando, la transferencia de más de 6 millones de soles al sector Educación para utilizarla en algunas actividades no específicas. Dichos recursos son destinados para la implementación y mejoramiento de la infraestructura de los institutos tecnológicos de la región fronteriza. En otras palabras, se refiere a una presunta malversación de fondos.
Entonces, en un diario que incluye el siglo 21 en su nombre, brindó un texto con alto contenido de opinión sin tomar las declaraciones de ambas partes. El texto, sin crédito del redactor, se basó en expresar que no es correcto el requerimiento y que existen antecedentes donde los implicados del caso siguen caminando por las calles de la ciudad sin ningún proceso judicial. Cabe resaltar que dicho texto fue portada.
En tanto, en diarios serios tal cual como lo califican los lectores, presencian el contraste primando la declaración de ambas partes. La defensa del implicado es importante porque eso denota imparcialidad y, sobre todo, buen tratamiento periodístico. Lamentablemente, al día siguiente, algunos medios entrevistan a la persona involucrada del hecho generando desigualdad de opiniones.
Pero, en el contraste se debe tener en cuenta que se debe otorgar la dimensión de texto para ambas partes. Por lo general, ocurren casos que el implicado solo colocan como dato o, sencillamente, en un intertítulo de un párrafo de 350 caracteres, aproximadamente.
Fernando Castillo afirma que no solo es importante tomar ambas manifestaciones, sino también, brindarles la misma dimensión física. Incluye, también, en el titular. “Hay que darle la oportunidad en espacios; porque, a veces, uno le puede dar cobertura al hecho en sí y no se le otorga el mismo fragmento ala otra parte. Hay que ser equitativo”, puntualizó.
Éste y otros criterios de redacción periodística es importante para brindar un hecho veraz e imparcial sin importar los estudios superiores porque el hábito no viste al monje. Hay buenos periodistas sin haber cursado algún curso de periodismo; como también, los hay aquéllos que tienen una trayectoria académica y aportan una información exacta.
Texto: Manuel Arselles García