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“¿Cómo? ¿Este año hay elecciones? ¡Ay no! Ojalá que no me toque ser miembro de mesa”. Es lo que últimamente se escuchan entre las aulas y en los pasadizos de la universidad se trata de algo muy gracioso, pero realmente preocupante porque los estudiantes no saben a quienes elegirán este 7 de octubre.
Se acerca una fecha muy importante para el país, las elecciones regionales y municipales, sin embargo, a tan solo unos meses de elegir el futuro de nuestra región muchos jóvenes se muestran indiferentes a lo que acontece en nuestro país.
Según el padrón del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), son 7 379 751 jóvenes entre 18 a 30 años los que emitirán un voto este año, representando así el 31,57{50d7a81da4c031a808fc99b9c9c5fe08b2bf515f46dbf5e15b946fe2954bd8ba} de toda la población votante. En las últimas elecciones, las del 2016, cerca de 250 mil jóvenes se ausentaron por el simple hecho de no interesarles la política. Pero ¿a qué se debe tanto desinterés?
Hoy existen muchos medios por los cuales informarnos (televisión, periódicos, radio y hasta la internet), pero a pesar de que se dispone de todas estas fuentes la mayoría desconoce de los candidatos qué están postulando a estas elecciones. Hace unos días estaba en el micro, camino a la universidad, y escuché un comentario que llamó mi atención. Votaré por César Acuña. Un momento. ¿Acaso esa persona no está enterada que este ex-alcalde se encuentra en una investigación por el presunto delito de lavado de activos?
Esto se debe a que la mayoría de los medios de comunicación no proporcionan datos suficientes sobre cada uno de los postulantes. Los medios tradicionales protegen sus intereses políticos y económicos (como empresa informativa) y de esta forma eligen reflejar la realidad que ellos quieren a su modo y estilo. Esta, entre otras acciones son las que hacen que los jóvenes sean escépticos con respecto a la política y a los partidos existentes.
Muchas veces, un joven intenta informarse a través de un medio común como lo es la televisión, pero lo que vemos día a día son asesinatos, feminicidios, robos, corrupción; y todo este menú sangriento en un noticiero de solo una hora (contando el bloque de deportes). Si bien es cierto, se habla de temas relevantes como es el caso Odebrecht o la liberación de prisión preventiva del ex-presidente, se enfatizan los hechos de sangre pero se enfocan mucho en esto y se deja de lado el futuro del país. Le damos demasiadas vueltas a un problema que no nos preocupamos en resolverlo para el mañana.
Existe la página del JNE, pero ¿están seguros de que un joven entrará a su web? O que… ¿dará más de cinco clics para llegar a los datos de los candidatos? ¡Y encima que se cuelga! No esperemos un mes antes de las elecciones para darle solución a esta problemática que involucra a dos partes: los medios y los jóvenes votantes. Pensemos en nuevos formatos que se valgan de estrategias de comunicación adecuadas para llegar al público objetivo, en este caso, los ciudadanos electores.