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“La fotografía te da licencia para explorar. No hay que hacer el trabajo porque te lo piden, sino porque te gusta.”
Annie Leibovitz
Son varios los que alguna vez se me han acercado a preguntarme de dónde saqué “un concepto tan creativo” como el que usé para mi proyecto fotográfico de primer ciclo. Tan solo pensar qué rayos hace una novia en un cementerio le ha volado la cabeza a más de uno, pero, en realidad, es una idea bastante simple. Si analizas un poco el tema te darás cuenta de que se puede resumir en una frase: “Una novia se frustra al morir en su propia boda”.
Después de que pases las primeras once semanas del sílabo de Taller de Fotografía I, en las que aprenderás cómo hacer tu cámara estenopéica, la historia de la fotografía y su evolución a través de los años, los mecanismos de las cámaras réflex, las prácticas de campo con cámara en mano entre otros, llega un momento decisivo en el curso: crear tu propio portafolio fotográfico.
Debes saber que todo buen proyecto fotográfico nace de una simple idea; lo que lo hace único es la forma en la que lo desarrollas, es decir, puedes tomar un tema común, pero darle un giro que haga que se diferencie de los demás, eso sí, sin que pierda su esencia. Un consejo que siempre te brindan es tomar una canción, un cuento o un poema. Debes interiorizar la historia como propia y creerla como cierta. Una vez que tengas la idea base para tu proyecto necesitas ver qué enfoque darle, buscar una perspectiva que se aleje de las demás. No tengas miedo a que tenga un toque “bizarro”, siempre y cuando no sea algo que sature al espectador o incluso a ti mismo.
Con esto ya tienes casi construido el portafolio, luego sigue la preproducción. Dependiendo del tema, tienes que ver, aparte del tipo de cámara que emplearás, la utilería o indumentaria que usarás, la locación donde lo desarrollarás y, lo más importante, si vas a necesitar o no modelos.
Tanto la utilería como la locación forman parte importante en la elaboración del proyecto, pero con este segundo punto requieres de un buen manejo de logística para que no tengas problemas al momento de tomar las fotos y corras el riesgo de que se te acerque alguien preguntándote por qué, para qué y para quién tomas las fotografías. Por eso, siempre recomiendo andar bien documentado, y no solo para este trabajo sino siempre, para que puedas mostrar quién eres y si lo que haces es para un propósito meramente artístico, académico o laboral. Debes tener en cuenta que no puedes ir así porque sí a un lugar con tu cámara y disparar porque simplemente quieres las fotos y ya; tienes que ir con permisos firmados por las autoridades de la localidad donde decidiste hacer tu proyecto. También debes tener cuidado del lugar que escoges y si se trata de un lugar peligroso debes ir siempre acompañado no solo por el riesgo de que te roben el equipo de producción, sino por tu propio bienestar.
Ahora sigue la parte más importante: la selección de los modelos. Si no vas a necesitar gente, o al menos no un personaje, se puede decir que en parte se te simplifica el trabajo. Tienes que ser muy cuidadoso y detallista, debido a que de esto depende el éxito de tu trabajo. Asegúrate, en primera instancia, que el o los modelos que elijas tengan disponibilidad en la fecha en que necesites hacer las fotografías; de no ser así, podría retrasar tu producción y hacer un trabajo a último minuto es lo menos que se quiere hacer. Dentro de este punto lo más importante, lo recalco, es que el o los modelos tengan la actitud y sobre todo la aptitud para desempeñar su trabajo, es decir, que estén dispuestos a dar todo de sí para que, en ‘sintonía’ con el artista gráfico, se pueda lograr un resultado de calidad. Un ejemplo, no todos se van a querer meter dentro de un ataúd, o van a poder hacer una maniobra extrema en moto, o van a estar dispuestos a salir en un proyecto de corte nudista.
A la hora de hacer la selección de modelos debes conversar con ellos, plantearles tu proyecto, explicarles de qué se trata y qué es lo que quieres que hagan para así cuando empieces a hacer las tomas estén preparados y sepan qué hacer y cómo. Debes tomar en cuenta que los modelos sí o sí deben ser bien expresivos, o en todo caso, podrías trabajar también con actores.
Una vez tengas todo esto, tan solo has ponerte en acción y listo.
Si te falta un toque de motivación, te dejo aquí unas palabras que nos brindó Annie Leibovitz, la fotógrafa estadounidense que pasará a la historia como una de las imaginaciones más audaces del siglo XX, en su discurso al recibir el Premio Príncipe de Asturias 2013: «Para mí la fotografía representa la vida misma. Es comunicación y permite el intercambio de experiencias. Nos permite mostrar a otros lo que vemos, las cosas que nos fascinan, las personas y los lugares que amamos y apreciamos. Algunos fotógrafos develan nuestras dificultades y desdichas, aquello que nos traiciona y frena. Otros nos transportan a mundos que nunca podríamos visitar, o nos ayudan a entender mejor a personas a las que, de otra manera, nunca conoceríamos».
Jorge Victor Flores Espinoza
Aficionado al arte dramático. Tuve dos grandes oportunidades de vivir mi carrera desde la secundaria cuando me seleccionaron para integrar el grupo de Corresponsales Escolares del Diario La Industria y al ser invitado a formar parte del staff del programa “Del Cole A La Radio” en Radio Estación UPAO. Realmente quiero cambiar la realidad de mi país. En mi primer ciclo mi portafolio fotográfico fue seleccionado para la muestra “Nuevas Miradas”.
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