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A lo largo de mi vida no podía comprender la magnitud de la palabra ¨liderazgo¨ y lo poderoso que podía ser su significado. Es una reliquia que los hombres con ganas de superar sus límites buscan desesperadamente. El liderazgo es un cuchillo muy filudo que, como instrumento en sí, tiene mucha repercusión dependiendo en que mano se encuentre y con qué intención se maneje.
Poseerlo es muy complicado ya que es confundido e interpretado de diferentes maneras, pero, en todo caso, es un tesoro difícil de contener y de encontrar. Citaré a John Kotter, profesor de la Harvard Business School, quien define al liderazgo como la actividad o proceso de influenciar a la gente para que se empeñe voluntariamente en el logro de los objetivos del grupo. David Archer, por su parte afirma el liderazgo es la habilidad humana que logra la unión de un grupo y lo motiva para la consecución de ciertas metas.
Es importante ser líder porque te convierte en protagonista de la historia, forma en ti una virtud trascendente llamada responsabilidad, una virtud que hoy en día se encuentra en peligro de extinción. También es vital porque en una época donde mucha información desinforma, nuestra sociedad clama a voz en cuello por hombres y mujeres capaces de filtrar toda esa información y transmitirla correctamente: todo un desafío.
¿Y por qué un comunicador debe ser líder? Si bien su origen formal no tiene que ver en nada con nuestra carrera, ya que el liderazgo en sí nace después de la Segunda Guerra Mundial, en una sociedad donde se creía que para ser líder uno tenía que nacer, en una sociedad formada con el paradigma de que el liderazgo no podía ser transmitido ni enseñado. La aparición de las máquinas y las industrias, demandaba para su funcionamiento de personas que puedan hacerse cargo de ellas, es allí donde nace la carrera de Administración, que para ser sincero puedo afirmar que tal carrera de formación profesional llegaría a ser el hermano mayor de este tesoro llamado liderazgo. La carrera de Administración se encargó de formar personas teórico formativas para guiar y dirigir una industria.
Por otro lado, la carrera Ciencias de la Comunicación nace en ese mismo siglo pero en otras circunstancias. En un estudio elaborado por el Sistema Nacional de Evaluación – Acreditación y Certificación de Calidad Educativa (Sineace) afirma que la carrera forma profesionales para planificar, participar y dirigir en los procesos de comunicación, aplicando técnicas de administración y marketing. Un egresado de nuestra carrera debe no solo ser un realizador sino un gestor, alguien que tenga la capacidad de poner en marcha un proyecto y posea las agallas de perseverar con ello y, obviamente, lo más importante que exista gente que pueda hacer suya esa visión y camine con él hasta verla volar sola, en otras palabras tiene que ser un líder.
Confucio decía: “Si el príncipe es virtuoso, los súbditos imitarán su ejemplo”. Un comunicador de éxito no trabaja solo, trabaja en equipo, y para que este sea un buen equipo necesita guiar con el ejemplo. Quizá llegues a decir: ¨Pero yo no quiero ser encargado de nadie, yo sí busco trabajar para alguien y hacer lo que él me diga que haga¨. Bueno, eso está bien, no lo critico, pero no comparto la despreocupación por dejar un legado con tu idea o proyecto, pero me duele saber que no quieres arriesgarte en salir de tu zona de confort y no busques aventurarte en las duras aguas de la innovación.
Un comunicador líder no solo emite opinión negativa frente a la crisis social, sino es aquel que tiene las agallas de decir qué hacemos, como lo hacemos y vamos a hacerlo, es el que usa los medios de comunicación para generar conciencia y no desinformación, el que a través de su propuesta ocasiona una revolución en el hostil ambiente laboral de una empresa y es el primero en ponerlo en práctica, es el que se forma en casa como buen padre, buena madre, buen hijo e imparte lo que es y no lo que quiere ser.
El liderazgo en un comunicador es importante porque te da el valor de decir en público lo que los demás dicen en privado. El líder comunicador es el único que tiene el valor de actuar según lo que ve. Es el encargado de llevar a la gente a lugares donde nunca antes ha estado. Los líderes comunicadores son los que prefieren aceptar el desafío de cambiar lo que hace falta y pagar el precio, antes que guardar silencio y morir dentro. Así lo afirma, con toda razón Andy Stanley en su libro ¨El líder de la próxima generación¨.