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La vida de un egresado -destino que nos aguarda al final del camino- puede ser una pesadilla -¿o no?-. Mucho se dice al respecto, desde las dificultades a la hora de conseguir trabajo hasta el enfrentamiento entre lo teórico, aprendido durante clase, y lo práctico, puesto a prueba durante la primera ‘chamba’. En ese sentido, Adriana García, egresada de comunicaciones de la Universidad Privada Antenor Orrego en el periodo 2021-10 nos comenta sobre su lucha en el mundo laboral.
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Según muchos docentes, el paso por la universidad suele ser un proceso clave a la hora de conseguir trabajo. Para Adriana García, directora del documental La Cuna de Justicia, los estudios son una parte fundamental pero hace falta algo más. “Egresar es complicado, porque, a pesar de que se nos instruye muy bien de forma académica, nada nos prepara para el mundo competitivo de allá afuera: cruel y difícil”, comenta con decisión la joven realizadora.
Para la también productora los jóvenes egresan con ciertos objetivos y, en ocasiones, debido a las distintas circunstancias de la vida, muchas metas no logran aterrizar. “Lo más fácil de salir es eso: acabar la carrera”, dice Adriana García entre risas. En lo absoluto se arrepiente de su profesión, por el contrario, sostiene haber tomado una buena decisión; sin embargo, de poder volver en el tiempo, dice, tomaría muchos más riesgos y pondría esmero en aumentar su lista de contactos.
Al principio no pensaba dedicarse al audiovisual. “Tenía planificado cursar artes escénicas, pero surgió esto de la nada. Ahora estoy enamorada. Uno bebió del otro, porque al final del día ambos son rubros de trabajo colectivo y sumamente creativo”, señala con emoción la recién egresada. Además, comentó que la carrera le dio fin a sus matices tímidos y la llevó a través de un viaje maravilloso al interior de la expresión y la comunicación. “Probé todos mis límites, es algo alucinante”, expresa.
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Adriana, la AtEMpOrAl y Ǝrrante Adriana
Adriana García, ganadora del Concurso Nacional de Proyectos de Gestión Cultural para el Audiovisual 2021 de la DAFO, señala que nunca dejó de apostar por el audiovisual. “Ahora estoy en tres proyectos: la producción de un festival de cine, la prepro de un cortometraje para enero y la realización de una película que busca la revalorización cultural del pueblo de Contumazá”, comenta. “Eso sí, no dejo de lado los talleres, ni las charlas”, añade.
Para la joven trujillana de 22 años pertenecer a proyectos relacionados al mundo audiovisual es parte de una magia que encierra arte y cultura: “Haciendo esto soy más humana. Aprendo de otros, de mí, cómo soy y quién quiero ser”. Para ella el cine, en cualquiera de sus formatos, es una montaña rusa emocionante. “Atemporal y Plano Errante son un festival y una productora, respectivamente, que nacen desde mi inquietud propia y la de varios amigos en el rubro”, dice Adriana García.
Mientras, por Atemporal, Adriana García se hizo acreedora de un estímulo económico impulsado por el Ministerio de Cultura, con Plano Errante forma parte de una productora creativa y disruptiva. “Ambos significan el inicio de mi vida como profesional egresada, la puesta en práctica de todas mis habilidades y el uso eficaz de la organización de mi tiempo”, señala la egresada de UPAO. “Me encanta la producción, a través de ella me auxilio a mí misma y a otros como yo”.
Sobre el futuro, Adriana García prefiere no perder el tiempo divagando al respecto pues, comenta, la vida le ha enseñado que es mejor no adelantarse. “No te voy a mentir, soy mucho de pensar en mi futuro, pero no me gusta compartirlo con nadie. (ríe) Prefiero contar las cosas conforme me van pasando y no antes”, comenta con cierto aire supersticioso. Ante todo, añade, espera la llegada de cosas exitosas: “Como diría Wendy Ramos, me gustaría ir por caminos poco transitados”.