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El pasado fin de semana se presentó en el Teatro Victor Raúl Lozano Ibañez la obra “Timón” , una alegoría de la hipocresía y la deformación del ser humano en una sociedad regida por la ambición de poder y la acumulación de bienes. Bajo la dirección de Mateo Chiarella Viale, Timón, personaje interpretado por Bruno Odar, cobró vida en el escenario donde contó su historia frente a los espectadores trujillanos.
Esta versión libre de la obra “La vida de Timón de Atenas” de William Shakespeare, presentó la historia de un hombre rico y generoso que, por su altruismo, fue llevado a la ruina, el desencanto y, finalmente, a una condena a sí mismo marcada por un odio profundo a la humanidad entera.
Esta realidad, que no escapa al contexto actual, es presenciada también en el día a día de la sociedad que nos rodea, donde el anhelo por las riquezas sin importar las consecuencias se ha convertido en el ideal de muchos ciudadanos. Por ello, la historia de Timón relata las atrocidades que los lujos generan.
Para el final de la noche, el reconocido artista se retiró entre las graderías del teatro con el público aplaudiendo su actuación. Pero antes de despedirse se dirigió a los asistentes con un mensaje final de la obra: “Timón, que cometió el mayor de los pecados: ser bueno en demasía”.