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A Ana Claudia Tucto se le dificulta diferenciar imagen y palabra. Tiene sentido. Si uno recorre el centro comercial Real Plaza (Trujillo) encontrará el mural de Ana, al lado de la tienda Promart. Su nombre y usuario de Instagram aparecen allí escritos, pero –para quienes estén familiarizados con su trabajo– no será necesario leerlo. Sabrán que es ella: imagen y palabra, en un mismo estilo y pared.
Ana Claudia Tucto (24) es una joven ilustradora trujillana. “Soy arquitecta de profesión e ilustradora por pasión”, afirma. Ana Claudia se desenvuelve en la ilustración desde 2019. En sus creaciones gráficas, aplica el storytelling y el diseño de conceptos: imagen y palabra, aliadas para conformar mensajes. “Una le da la mano a la otra”, explica ella. ¿Cómo interviene la comunicación?
Storytelling visual: historia personal
Es como un diario gráfico. El dibujo es una gran herramienta para exteriorizar lo que uno está sintiendo.
Ana Claudia Tucto. Ilustradora.
La técnica de contar historias para conectar con el público no es nueva. ¿Se puede hacer también a través de imágenes? El storytelling visual sostiene que sí. El método consiste en generar un sentimiento en el espectador a partir de lo que está viendo. Suele generar un gran impacto, ya que los elementos gráficos facilitan la creación de recuerdos persistentes en el tiempo.
En el objeto, lo comunicativo tiene un carácter representativo, permitiendo que se transmitan las estructuras y tradiciones sociales por medio de formas. El símbolo incluye la experiencia, la valoración, la intuición, las normas culturales y la expresión de los usuarios.
Sánchez, 2001
“Lo que hago es pensar en situaciones puntuales que puedan resumir toda la historia”, dice Ana Claudia. Para ella, los relatos adquieren una forma de símbolos u objetos. “Cuando es personal, primero viene la imagen. Hay algo muy icónico [en mis publicaciones], una chompa que mi papá y yo compramos en Cusco. Muchos verán un elemento vacío. Yo veo a la persona“. Su padre falleció hace un año y, sin embargo, vive: en esa chompa, en esa historia, en esa ilustración.
“Es como un diario gráfico. Es una gran herramienta para exteriorizar lo que uno está sintiendo”, dice Ana Claudia. El storytelling visual no solo le ha permitido conectar con los demás, también consigo misma.
En busca del “concepto trujillano”
El mural fue un caso aparte. La llamaron por teléfono para pedirle que diseñara algo con “concepto trujillano”. Ana Claudia estaba sorprendida. No esperaba ser contactada por una empresa tan grande. De hecho, tras la llamada, no esperó. Se embarcó en una investigación sobre culturas de Trujillo.
Ana describe el proceso como una búsqueda. “Busco conceptos, pruebo rostros, apunto ideas. Hago el boceto, luego estructuro todo en un dibujo”. El “todo” se compone de claves, que dan a la pieza un lenguaje visual propio. Tres de las más importantes son:
- Narración (tensión con la que se relaciona la audiencia)
- Autenticidad o impresión emocional
- Interacción (contemplar posibles reacciones y respuestas).
La triada está presente en la ilustración del Real Plaza de Ana Claudia. Ella lo resume en una frase corta: “es el orgullo de sentirse trujillano”. Además de por su labor, ha recibido comentarios admirados de su ciudad. “Deja un mensaje de identidad y pertenencia, me parece muy chévere. Es lo que nos propusimos. Que la gente se sienta trujillanísima, que el mural sea muy suyo”.