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Dos semanas atrás ingresó al catálogo de Disney Plus la penúltima película de Marvel Studios, Shang-Chi. Luego de analizarla, te dejamos aquí nuestra opinión sobre ella en base a cinco aspectos: guion, dirección, actuación, producción y fotografía. ¿Está el UCM perdiendo la chispa que lo hacía especial? Después de 24 películas y alrededor de 15 series (entre ABC, Netflix y Hulu), ¿por qué no gustó a crítica y taquilla a partes iguales?
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Su premisa dice lo siguiente: “Tras los eventos de Avengers: Endgame, Shang-Chi se ve atraído por la organización clandestina de los Diez Anillos. Pronto, estará obligado a confrontar su pasado, mismo que creía haber dejado atrás”. El personaje fue escrito por Steve Englehart y dibujado por Jim Starlin debutando en el Special Marvel Edition #15 de 1973. La película es dirigida por Destin Daniel Cretton y estelarizada por Simu Liu, Nora Lum, Tony Leung y Michelle Yeoh Choo-Kheng.
Guion
Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos está concebida como una película de origen; por lo que, los tropos del guion son similares a historias (de la propia empresa) como Black Widow, Capitán América, Black Panther o Capitana Marvel. ¿Qué estructura se repiten? Pasajes del pasado trágico/marginado, presente en calma pero incierto y final con futuro prometedor (inclusión en los Avengers). Sobre el corazón, Shang-Chi parece no tener claro de qué va: ¿venganza? ¿redención?
Dirección
Escritas y dirigidas por él, Just Mercy, The Glass Castle y Short Term 12, son los 3 largometrajes previos del director, Destin Daniel Cretton, que también fueron recibidas con reseñas mixtas por parte de la crítica. Shang-Chi mezcla varios estilos y no termina de cuajar ninguno: drama (por el pasado tortuoso del protagonista) y de repente comedia (porque alguien hace un chiste). Sin embargo, lo que siempre funciona, son las peleas cuerpo a cuerpo coreografiadas.
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Actuación
La película tropieza con su protagonista y encierra al resto de su elenco en personajes estereotípicos, por lo que las interpretaciones están muy lejos de lucirse. El mismo Shang-Chi parece no tener una personalidad definida, similar a Thor en sus dos primeros filmes individuales o a Carol Danvers en la mediocre Capitana Marvel: no sabe si ir o venir, si vengarse o querer. Y no, no se trata del actor, sino del personaje; mismo caso en Katy o Xu Wenwu ‘El Mandarín’.
Producción
Brilla. Desde los espacios más “americanos” con motivos chinos (como el hogar de Katy o la habitación de Shang) hasta las habitaciones en el palacio de ‘El Mandarín’, esta película no deja nada a la imaginación. ¿Presupuesto? Por los cielos. Dicho esto, sorprende que hacia el final, el desenlace kaiju del tercer acto esté tan mal diseñado. ¿Qué pasó con el CGI en esta ocasión? Si no fuera un producto Marvel, estaría bien; pero luego de Endgame, esto se siente antinatural.
Fotografía
Escenas completas que en manos de otro director de fotografía no habrían funcionado: interés en los ambientes, intenciones en la luz y una cromática clásica de azules y naranjas bien realizada. Sorprende especialmente en las secuencias de pelea al interior y exterior del escondite de la hermana de Shang; sin embargo, algo sucede que, entre más avanza la película, menos se mantiene el estilo. El color hacia el final resulta muy saturado o, por el contrario, sin vida. ¿Decisión del estudio?
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Esta es nuestra opinión, tú también puedes hacerte una propia revisando Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos en el catálogo de Disney Plus (disponible bajo suscripción). Recuerda consumir todo tipo de cine, apoyar las producciones locales y nunca dejar de ser inquisitivo con los detalles.