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Es lunes por la mañana y estás a punto de trabajar. Hace un frío terrible. Te alegras, momentáneamente, de no tener que salir a la calle. Enciendes el televisor, la calle sale para ti. Primer canal: estafas en redes sociales. Cambias. Segundo: discursos de odio entre partidos políticos. Cambias. Tercero: aumento de la delincuencia en tu ciudad. Apagas el aparato. Es lunes por la mañana, ya estás en horario de trabajo y cargas con tres problemas que ves, pero no entiendes. Vaya manera de iniciar la semana.
El relato es pesimista. ¿No se le critica al periodismo por lo mismo? “El mundo podrá ser un lugar feo, pero no es solo un lugar feo”, sostiene Rasmus Kleis Nielsen, director de investigación periodística de la Universidad de Oxford. Para Nielsen, las “malas noticias” son efecto de un tipo de periodismo específico. “(Hay profesionales cuya misión) es pedirle cuentas al poder“, menciona.
Sin embargo, esta no es la única manera de contar historias, ni mucho menos de impactar en las audiencias. Está también el enfoque del periodismo de soluciones.
¿No has oído? Las historias de soluciones superan a las noticias enfocadas en problemas. Son más interesantes, confiables y motivadoras. Inspiran a que la gente se involucre
Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés)
Qué es periodismo de soluciones
“Una técnica que se enfoca en la rigurosa respuesta a problemas sociales”, define Liza Gross, miembro de la Red de Periodismo de Soluciones (SJN). A diferencia de las formas tradicionales, el periodismo de soluciones no aborda el problema como insoluble. Al contrario: parte de su denuncia para involucrar a la ciudadanía y evitar que esté enajenada. “(Porque) si no puedo hacer nada al respecto (…), ¿para qué voy a leer?”, cuestiona Liza.
Esto no quiere decir que se dejen de exponer conflictos, o exigir rendiciones de cuentas a quienes detentan poder. El impacto de un hecho se magnifica si, junto con los problemas, se informa cómo las personas los resuelven. De hecho, aumentan las responsabilidades, porque “la audiencia ve que la solución es posible y el mal desempeño no tiene justificación“, explica David Bornstein, cofundador de la SJN.
Cómo se hace (bien)
Al periodismo de soluciones se le puede confundir con relacionismo público. No se trata de ello. “No es la historia rosita (…), puede ser incómodo, pero siempre útil“, asegura Liza Gross (SJN). La experta, ex editora de The Miami Herald, descarta algunos calificativos: el periodismo de soluciones no es exagerado, ni sensacionalista, ni la “cosa agradable”. Se enfoca en el cómo, lo que la autora llama “la telenovela del asunto“.
La Red de Periodismo de Soluciones (SJN) señala, en su caja de herramientas básicas, cinco criterios para hacer buen periodismo de soluciones:
- Se enfoca profundamente en la respuesta a un problema social. Si no hay respuesta, no es periodismo de soluciones.
- Investiga a detalle cómo funciona esta respuesta. La tensión de la historia está en la dificultad, el cómo se llega a solucionar un problema.
- Se enfoca en la efectividad, no en buenas intenciones. Debe basarse en evidencias concretas, no afirmaciones sobre ideas.
- Ofrece tanto inspiración como conocimiento. El lector se entera de cómo funciona el mundo, pero también de cómo hacerlo funcionar mejor.
- Analiza qué aspectos no funcionan. No existe una solución perfecta: todo tiene limitaciones, advertencias o riesgos. Esto también es parte de la historia.