Cuando escuchamos la palabra “mapa” nuestro cerebro inmediatamente asocia el concepto a la representación gráfica de un territorio. Actualmente, estos mapas se encuentran también en el medio digital (todos hemos usado Google maps, al menos una vez). El encanto de este instrumento recae en su capacidad para representar vastas extensiones en tan solo unos cuantos centímetros; sin embargo, el uso de los mapas y la cartografía no solo se limita a la ubicación geográfica en latitudes y longitudes.
Cuando hablamos de “mapas literarios” nos referimos a representaciones que se encargan de plasmar todos aquellos recorridos y lugares significativos que forman parte de una obra, personaje o ciudad. Este tipo de medio de comunicación gráfica no es nuevo, pues existen diferentes e interesantes versiones que se han publicado durante los años.
En nuestro país encontramos diferentes mapas literarios promovidos por la Casa de la Literatura Peruana como: Mapa Literario de Lima, del novelista José María Arguedas, del galardonado Mario Vargas Llosa, entre otros. Cada uno es único y lleva en él la esencia del tema que aborda.
El pasado mes de octubre se presentó el Mapa Literario de César Vallejo en la Capital de la Primavera. Esta publicación muestra la relación de Trujillo con la vida del poeta, y es resultado de un trabajo colaborativo con distintos agentes culturales y colectivos locales vinculados con el libro y la lectura como Biciteca Trujillo, Chisco, Ex Libris Truxillo y Los 11 de Vallejo.
En los puntos que conforman el recorrido de este mapa se encuentran lugares que poseen diferentes vínculos entre César Vallejo con la ciudad de Trujillo, tanto dentro como fuera del ámbito literario. Esa es la característica de estos mapas, brindan al público una experiencia vivencial para entender la narrativa y participar de ella. Sin lugar a dudas, un medio que debería ser más empleado.