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El Efecto ZETA La Generación Z está comenzando a revolucionar la forma en que concebimos las necesidades del mercado y de la fuerza laboral. Sus hábitos, prioridades y formas de ver el trabajo se han filtrado al resto de la fuerza laboral.
Sus impulsos y exigencias no solo hacen que los profesionales exijan más a sus organizaciones en términos de ética y sostenibilidad, sino que también cambien la relación con el empleo al pedir a sus empleadores una mejor calidad de vida. Crear un marco de relación donde la salud mental y el bienestar de los colaboradores sea clave.
Una de sus principales características es que son los primeros verdaderos nativos digitales, la Generación Z no conoce el mundo sin Internet. Esto significa que, para ellos, las tecnologías digitales que las generaciones anteriores tuvieron que adoptar fueron solo un reflejo. Esta generación espera que la tecnología funcione, sea rápida, impecable y resuelva sus problemas.
Aunque se han ganado la reputación de estar pegados a sus teléfonos y redes sociales, los colaboradores de la generación Z buscan una conexión más humana, por el cual valoran mucho las relaciones y la comunicación física en el lugar de trabajo.
Esta generación expresa el deseo de conocer sus expectativas y parámetros. Y para medir su desempeño, buscan una comunicación directa y frecuente con sus gerentes. En términos de ingresos y beneficios, prefieren la seguridad tradicional que se aplica más a las generaciones mayores. Al crecer en medio de la crisis financiera mundial, muchos de esta generación Z han visto a sus homólogos millennials acumular enormes cantidades de deudas, como resultado, han expresado preocupaciones financieras a favor de la seguridad y los ahorros.
Una cuestión innegablemente importante en el entorno laboral de los empleados de la Generación Z es que su lugar de trabajo coincida con sus valores personales y esté poblado por personas de diferentes orígenes. Esperan que las organizaciones en las que trabajan implementen estrategias para prevenir la discriminación o el prejuicio por motivos de raza, etnia, orientación sexual o identidad de género. Esta generación espera estándares más altos en el mercado laboral. Después de todo, es más probable que aspiren a trabajar para una empresa que ofrezca un lugar de trabajo con diversidad racial y étnica.