Los medios de comunicación son espacios sociales importantes en la vida de los peruanos. La difusión de contenidos en el margen del respeto a las diferentes manifestaciones culturales, se ha vuelto una lucha interminable. Desde hace varios años, distintos programas han ‘tratado’ de ocultar la discriminación de sus contenidos a través del humor.
Hugo Coya, expresidente ejecutivo del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP), expresa que “los medios no son los que originan la discriminación, lo que hacen es transparentar comportamientos que conocemos y están en nuestra sociedad. Lo único que hacen, es reflejar y fortalecer la discriminación”.
Los programas humorísticos reflejan un ambiente que se torna molesto, vulgar y con alta connotación sexual que está lejos de representar a las culturas afrodescendientes en el caso específico de “El Negro mama” o, en la representación a la parte andina de nuestro país con “La Paisana Jacinta” donde se muestra a una mujer con falta de ética ciudadana y laboral, aspecto descuidado y poco entendimiento de manera humillante. ¿Por qué tienen tanto éxito? ¿La audiencia comparte su difusión?
Existe una ambivalencia en la sociedad peruana. No quieren formar parte del racismo presentado ni fomentarlo, pero están de acuerdo en consumir programas humorísticos y que, dentro de los mismos, posean cierta libertad para reírse sin generar molestias en los demás. En el país, un 20% de la población admite haber sufrido discriminación por su nivel de ingresos, 17% por sus rasgos físicos y 16% por su lugar de procedencia (ENPE, 2018).
Los estereotipos predominantes en los medios son los personajes blancos, presencia de mujeres andinas, la invisibilidad/burla de comunidades andinas, amazónicas o afroperuanas y las bromas más recurrentes hablan de la estatura, contextura y color. Ahora, se emiten programas en lenguas originarias o el acompañamiento de un intérprete de lengua de señas en el contenido mostrado a nivel nacional, pero aún es insuficiente el esfuerzo por incluir a comunidades que son olvidadas dentro de la programación en los medios.
Nosotros validamos la forma de representar a personajes con diferentes condiciones socioeconómicas, pertenecientes a otro sector de la población o de distintas culturas al consumir este tipo de programas. Generamos estereotipos, normalizamos conductas y creamos visiones sesgadas sin capacidad crítica.
Los medios de comunicación no deben transmitir y disfrazar a la discriminación como humor que tanto afecta la dignidad y los derechos de millones de peruanos. Más bien, se deben generar espacios de debate para discutir y reflexionar sobre temas de diversidad y entender qué es lo que pasa y qué se debe hacer en la ciudadanía para erradicar progresivamente esta constante práctica.
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