Recuerdo que en 2017 Barry Jenkins, director y guionista de la galardonada “Moonlight”, publicaba en su cuenta de Instagram una foto de él sonriendo con una copia pirata de su obra con la descripción “Mamá lo logramos”. Y me hice la siguiente pregunta ¿Por qué un director, que se ha esforzado por sacar adelante su proyecto, se alegra por encontrar una copia pirata de su cinta? Eso me generó otra duda ¿Existen beneficios en la pirateria?
Hace años, la industria del entretenimiento ha batallado interminables veces contra la piratería. Algunas veces ha ganado la batalla contra la distribución del contenido, pero otras veces ha fracasado, ya que existen muchas plataformas, páginas, recursos y métodos en la red que hacen imposible terminar con ella en su totalidad.
Uno de los principales argumentos contra la piratería, sobre todo en medios digitales, es que afecta a la industria y que genera pérdidas millonarias, además de que desalienta la creación de nuevos productos, ya que no hay ganancia para el creador. Pero, cada vez es más claro que estas afirmaciones y los datos que les respaldan son creadas por parte de las industrias que pretenden monopolizar la propiedad intelectual y generar dinero a costa de los verdaderos creadores.
Un estudio llamado “The Invisible Hand of Piracy” (La mano invisible de la piratería) dió a conocer que la piratería ayuda a que la distribuidora y el creador limiten el precio que va a tener el producto. Si no tuvieran que luchar contra la piratería, ambos podrían poner el precio que quisieran. Esto hace que el precio de suscripciones de plataformas de streaming se acerque más accesible para los usuarios.
Un ejemplo es el caso de HBO y “Game of Thrones”, considerada la serie más pirateada de la historia. La plataforma ha tenido que lidiar con los consumidores que no están suscritos a su servicio en los últimos años, pero reconoce que la piratería ha beneficiado a la compañía, pues el producto ha llegado a regiones antes inaccesibles y hoy, están consumiendo su producto y generando nuevos suscriptores.
Otro ejemplo, es el caso de «The Hateful Eight» de Quentin Tarantino que, en 2015, se filtró el guion completo en internet mucho antes de empezar con la producción de está. Según Hive-CM8, la filtración generó expectación por la película en todos los medios, los costes de promoción fueron gratuitos e impulsó la venta de entradas.
Además, no todos los estrenos llegan a todas las salas de cine. La pirateria ayuda a que el contenido llegue a los consumidores. Si la película tiene una secuela y llega a todos los cines, incentiva a los consumidores a ir a verla o a adquirir una suscripción en las plataformas de streaming para ver la nueva temporada de esa serie.
Recordemos que no cualquier productor se piratea. Si tu producto es bueno y genera interés en el consumidor, ten por seguro que será pirateado. Quizá esa es la razón por la cual Jenkins se mostró feliz al encontrar una copia de su obra.