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Al ritmo de boleros y cumbias de inicios de los dos mil, Huamanga, una película de casi veinticinco minutos, fue presentada por primera vez a los alumnos de séptimo ciclo del curso Realización Audiovisual Digital II de la Universidad Privada Antenor Orrego. Poco sabían los espectadores acerca de las peripecias del rodaje, del miedo a la vergüenza que sentían varios miembros del crew y del repentino futuro festivalero del material.
El 2019, un año antes del fin del mundo
Huamanga nació, en teoría, durante marzo del 2019, cuando el estudiante Arthur López, empecinado en grabar algo “bueno” para su último curso audiovisual, recordó una anécdota de su adolescencia y la propuso a su grupo de trabajo. La idea de rodar el idilio prohibido de un par de zapateros gustó de inmediato; por lo que, pronto todos trabajaron en pro de conseguir a los personajes, las locaciones y el dinero.
Dos meses después, el equipo compuesto por once personas no podía más. El presupuesto bordeaba los mil soles, los demás cursos absorbían mucho tiempo y el extraño individualismo de algunos integrantes incomodaba a más de uno. El veintitrés de mayo el trabajo vio la luz y, a pesar de doblar la barrera de los 10 minutos máximos exigidos, la historia fue del gusto de todos los presentes.
Sinopsis y crítica
¿Hasta qué punto la sociedad puede encasillar el destino de una persona? Agucho Huamanga es un callado zapatero que lleva una vida inmersa en la rutina: se dedica al trabajo, a su mujer y a su madre. Todo sigue igual hasta el regreso de Lalo, viejo amigo suyo, quien busca reavivar las llamas de un antiguo idilio amoroso entre ambos.
“El conflicto de esta película no se concentra en el prejuicio hacia la homosexualidad, en este caso, el juicio que proyecta la madre hacia el hijo; sino, más bien, en el conflicto que se origina en el mismo hijo. El protagonista de Huamanga se perfila como el ejemplo de una naturaleza innegable y, por lo tanto, absurda de reprimir y eso se confirma en la secuencia final de la película.”
Carlos Esquives, redactor para el Festival de Cine de Trujillo (FECIT).
De frente a Lima, al Festival RENDER
Cuatro meses después de su estreno local y luego de reducir el material original hasta dejarlo en veinte minutos, Adriana García, la productora del cortometraje, postuló el material a RENDER, un festival de cine universitario en Lima. Tres semanas más tarde, Huamanga formaba parte de su selección oficial y en diciembre tuvo su primera proyección fuera de Trujillo, en el Centro Cultural San Marcos, Lima.
Corto Favorito del público en el Outfest Perú 2020, Lima
Aunque se estrenó con éxito en RENDER, lo cierto es que fue en el Outfest Perú, el único Festival Internacional de Cine LGBTIQ+ a nivel nacional, donde se le otorgó el primer y hasta la fecha único reconocimiento que posee: Corto Favorito del Público. Huamanga fue visto más de 400 veces y fue comentado por Fabiola Reyna en el panel Perú Kuir que contó con la presencia de cuatro experimentados directores.
De vuelta a Trujillo, para terminar en Arequipa
Luego de recorrer Lima, Huamanga participó en dos secciones competitivas en el FECIT: Cortometrajes de Ficción y Semilleros del Cine Peruano. Aunque no ganó en ninguna categoría, su director, Arthur López, logró hacerse del premio Desarrollo a la Mejor Idea otorgado por la entidad, para la guionización de una nueva historia titulada Porvenir.
El último destino de Huamanga fue el Arequipa Audiovisual y Cine Festival, donde compitió en la categoría Cortometrajes de Ficción Nacional – Regiones. A la fecha, el equipo aún esperará un par de meses más antes de difundir la película en redes sociales. “Estamos organizándonos para sacar Huamanga y La Cuna de la Justicia en las redes de nuestra productora Plano Errante. Se vienen muchas sorpresas y cosas nuevas, los vamos a sorprender”, expresó Adriana García, parte del equipo responsable.