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Cuenta la historia que la ciudad se disponía a ser sede de los XVII Juegos Deportivos Bolivarianos 2013, pero en ese entonces, Trujillo no contaba con la infraestructura necesaria para albergar a la mayoría de disciplinas deportivas por realizarse. Por tanto, se plantearon diferentes proyectos en la ciudad tales como construcciones nuevas y mejoramientos de los escenarios deportivos existentes. Pero, a nuestro exalcalde César Acuña y compañía, se les imaginó la genial idea de intervenir en el clásico y vetusto Complejo Chicago. Hasta allí todo bien, pues implicaba una mejora y un gran aporte a la ciudad, y una obra que significa una inversión de 103, 647,866 soles.
Pasaban los días y los meses, pero la obra no empezaba. La gestión edil acusaba al gobierno de no soltar el dinero para empezar, pero y de cualquier manera la obra empezó contra el reloj. Se terminaron tan solo dos escenarios que son el Estadio Atlético Chan Chan (S/ 34,745,324 soles y 505 espectadores de capacidad) y el Polideportivo Huaca de la Luna (S/ 17,484,360 soles y 2688 espectadores de capacidad), ambos fueron culminados a las justas, pero el coliseo “Huaca del Sol” (S/. 14,312,364 soles y 2514 espectadores de aforo) se quedó sin terminar. La construcción sigue hasta el día de hoy sin concluir. Los fierros se encuentran oxidados y corren el riesgo de quedar inutilizables para finalizar su construcción, además el estacionamiento subterráneo y otras obras menores, quedaron inconclusas y por cierto quedó pendiente la construcción de un Centro de Alto Rendimiento en la parte posterior.
A pesar de eso, durante los JJ.BB. se utilizaron los 2 escenarios disponibles, y como siempre se tapó el sector inconcluso (les suena conocido eso –Papa Francisco en VLH, enero 2018), pero que hasta el día de hoy no se ve intención alguna de terminar estas obras, aunque cabe recordar que esto se encuentra en investigación puesto que el consorcio constructor Chicago II –integrado por la empresa Málaga, vinculada al exasesor de campaña Martín Belaunde Lossio– sostiene que la MPT incumplió “su obligación esencial de pago”. La gestión de Acuña, en cambio, afirmó que la empresa no cumplió con los plazos de ejecución y resolvió el contrato el 24 de abril del 2014; Y hasta ahora no se avanza en la investigación ni se ha sancionado a alguien por esta situación.
Hay que recordar que los actuales gobernadores regionales y alcalde, anunciaron con bombos y platillos la terminación de este recinto, el cual solo es utilizado por un puñado de atletas trujillanos, cuando debería ser un escenario que bote grandes atletas que representen a la ciudad y al país en diferentes competiciones a nivel nacional e internacional. Ojalá que las próximas autoridades regionales y locales tomen cartas en el asunto.