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Los hermanos Zelada, José y César, fundadores de la Escuela Peruana de la Industria Cinematográfica (EPIC) y de la productora Tunche Films, acaban de estrenar Ainbo: La Guerra del Amazonas. ¿De qué va esta película y por qué representa un hito para la animación nacional? A continuación un resumen de la odisea que significó la película peruana para sus realizadores y la importancia de salir de casa e ir al cine corriendo a verla.
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La historia nos sitúa con Ainbo, una joven heroína originaria de la selva, que junto a sus amigos emprenderá un viaje épico e inolvidable para salvar a su tierra de la destrucción. Acompañada por ´Dillo´, un travieso armadillo, y ´Vaca´, un tapir rechoncho, Ainbo tendrá que vencer sus miedos para liberar al Amazonas de la oscuridad y el acecho del hombre. En palabras del director, el principal mensaje de la película es el cuidado ambiental y el objetivo, la generación de conciencia.
De Pucallpa al mercado internacional
La idea de Ainbo nace a raíz de las vivencias que su director y guionista, José Zelada, experimentó junto a su hermano cuando ambos radicaron en Pucallpa, Ucayali. “La película es el resultado de las historias que mi mamá nos contaba de chicos sobre su niñez en la selva. Sin ninguna (referencia) en específico, solo la mezcla de mitos y leyendas amazónicos que aprendimos a través de ella. Ainbo es mi madre”, comentó César Zelada, productor y hermano del creador de la película.
En noviembre de 2017 se inició oficialmente la preproducción de Ainbo, un año más tarde se desarrolló el teaser comercial y tres años después de su presentación en mercados mundiales la película por fin vio la luz en salas ´peruchas´. “La semilla del proyecto fue plantada en Ventana Sur, una de las ferias internacionales más grandes de Latinoamérica, hasta ahí llegué para presentarla a compañías grandes de todo el orbe”, narró el director de la película, José Zelada.
Con un presupuesto total que bordea los 9 millones de dólares, Ainbo fue vendida para su distribución internacional en más de 80 países y generó un contrato de coproducción con Richard Claus, importante productor holandés. “Logramos terminar la película gracias al dinero de la preventa y a la inversión de algunos organismos privados. Parece un costo altísimo, pero en comparación con Disney o DreamWorks no llegamos ni a la cuarta parte presupuestal”, dijo César Zelada.
Comunidad Shipibo la vio primero
Para las cabezas detrás de Ainbo, la película representaba un interés tanto comercial como humano; por lo que, se organizó una proyección especial en la comunidad Shipibo Konibo de Santa Teresita. “Tomamos mucha inspiración de la cultura amazónica desde el diseño de los ambientes y las telas, hasta las casas. Incluso los amigos animales de la heroína son originarios de este lugar”, comentó José Zelada sobre la exhibición de la película en Pucallpa.
Ainbo, que en lengua shipibo significa “mujer”, fue recibida con gusto por los ciudadanos de esta parte del país quienes destacaron la fuerza de la protagonista y su valor frente a los caminos del destino. En ese sentido, los hermanos Zelada mencionan que la historia plantea una denuncia a la explotación de los recursos amazónicos: “Es una película dirigida a niños, pero creímos que era una buena oportunidad para generar conciencia desde muy pequeños”.
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A propósito del estreno de Ainbo, Tunche Films se ha propuesto la realización de un segundo largometraje animado en la misma línea del anterior: una historia de estructura comercial y características peruanas que puedan ser bien recibida en el extranjero. Kayara es el título provisional de la próxima película nacional hecha por computadora, escrita y dirigida, ahora, por César Zelada y con miras a estrenarse en algún punto de 2022. Por lo pronto, ¡vamos a ver Ainbo!